D’eau Wellness nació como una evolución natural de un largo camino profesional en el campo de la salud y la estética. Después de muchos años trabajando con pacientes y clientes, entendí que el verdadero bienestar no se logra solo con un tratamiento puntual, sino a través de una visión integradora que conecte cuerpo, mente y emociones. Así fue como, en 2018, tras el rebranding de Gerove —nuestro primer centro fundado en 2012—, dimos vida a D’eau Wellness: un espacio que fusiona técnicas ancestrales con lo último en tecnología, siempre con un enfoque holístico.

Nuestra filosofía se basa en mejorar la calidad de vida de cada persona que nos elige, ofreciéndole un espacio de desconexión, cuidado profundo y transformación. En D’eau, no tratamos síntomas, sino personas.

¿Qué hace único a D’eau Wellness frente a otros centros de estética? 

Lo que realmente nos diferencia es nuestra mirada integral y personalizada. No ofrecemos tratamientos estándar: cada protocolo es diseñado de forma individual según las necesidades reales de cada cuerpo.

Combinamos técnicas manuales ancestrales como la maderoterapia y el drenaje linfático con aparatología de vanguardia que potencia los resultados, logrando una experiencia transformadora desde la primera sesión.

Además, hemos desarrollado una técnica exclusiva que activa la circulación, mejora la textura de la piel, moldea el cuerpo y, sobre todo, genera bienestar.

Pero más allá de lo técnico, D’eau se destaca por su calidez humana, el profesionalismo de su equipo y un entorno que invita a reconectar con una misma. No es solo un tratamiento, es una experiencia sensorial y emocional.

¿Qué resultados puede esperar una clienta con sus tratamientos?

 Una clienta que se atiende en D’eau Wellness puede esperar mucho más que un cambio estético. Desde la primera sesión, se siente una mejora en la circulación, una sensación de liviandad y bienestar general. A medida que avanzan los tratamientos, se ve una piel más firme, tejidos más tonificados, reducción de retención de líquidos, mejor contorno corporal y, sobre todo, un cuerpo que funciona mejor.

Nuestros tratamientos son efectivos porque trabajan en profundidad, respetando la fisiología del cuerpo, estimulando procesos naturales de regeneración y desintoxicación. Lo que se logra no es solo visible, sino también sostenible y saludable.

¿Cómo fue el proceso de crear un modelo de negocio replicable?

 Crear un modelo replicable fue un desafío hermoso. Partimos de lo que ya funcionaba en nuestro centro: una técnica exclusiva, una atención personalizada y un protocolo de experiencia que marcaba la diferencia.

Documentamos cada proceso, desde la capacitación del personal hasta la ambientación del espacio y la atención al cliente. Establecimos estándares de calidad y desarrollamos manuales para que cada franquicia pueda ofrecer la misma experiencia, sin perder la esencia humana y profesional que nos caracteriza.

El objetivo siempre fue que cada nueva sede funcione como una extensión fiel de D’eau, manteniendo nuestro ADN en cada detalle.

¿Por qué pensaste en franquiciar D’eau Wellness? ¿Qué oportunidades ves?

 Franquiciar D’eau fue una decisión estratégica pero también emocional. Llegó un momento en que muchas personas querían replicar lo que hacíamos, y entendí que había una oportunidad de expansión, pero también una forma de empoderar a otras profesionales a través de un negocio sólido y con propósito.

La estética con enfoque integral está creciendo muchísimo. Hoy, las personas buscan sentirse bien desde adentro hacia afuera. Y eso es lo que ofrecemos. Vemos una gran oportunidad en ciudades donde aún no existen centros con esta visión holística y resultados tan efectivos. Queremos estar ahí, transformando vidas.

¿Qué tipo de personas buscás como franquiciadas?

 Buscamos mujeres apasionadas por el bienestar, la estética y el desarrollo personal. No hace falta que sean expertas en estética, pero sí que compartan nuestros valores, que estén comprometidas con brindar una atención de excelencia y que quieran liderar un negocio con impacto positivo.

Queremos socias que se enamoren de la marca y del propósito, que entiendan que más que un spa, D’eau es un estilo de vida.

¿Qué soporte ofrece D’eau al franquiciado?

 Acompañamos al franquiciado desde el primer día. Ofrecemos capacitación completa —teórica y práctica— en nuestras técnicas exclusivas, asesoramiento en la puesta en marcha del local, ambientación, diseño del menú de servicios, estrategias de marketing digital, gestión operativa y entrenamiento del equipo de trabajo.

Además, brindamos soporte continuo, actualizaciones de protocolo, innovación constante y una comunidad de franquiciadas donde compartir experiencias y crecer juntas. No están solas: somos un equipo.

¿Dónde te imaginás a D’eau Wellness en los próximos años?

 Veo a D’eau como una red de centros de bienestar líderes en América Latina, Estados Unidos y Europa. Me imagino cada sede como un refugio de calma, transformación y belleza consciente.

También proyectamos una línea de productos propios, capacitaciones internacionales y una comunidad global que impulse una estética más humana, saludable y real.

D’eau nació desde el amor por el bienestar, y su crecimiento está guiado por ese mismo propósito: mejorar la calidad de vida de quienes nos eligen y de quienes forman parte del proyecto.